Cuando encaramos un nuevo proyecto editorial, al principio todo puede parecer un poco caótico. Tenemos ideas, bosquejos, nombres de autores para contactar en caso de ser necesario, textos, diseños y la lista sigue... Es tarea del editor poner el punto de arranque y ordenar todos esos elementos para empezar a darle forma al proyecto.
Sea cual sea el caso, siempre partimos de un punto que es analizar el tema que decidimos desarrollar para el nuevo libro, por lo general parte de un estudio de mercado y de haber notado que existe cierta necesidad del lector por este tipo de libros, esta necesidad puede ir desde la simple curiosidad hasta convertirse en una herramienta para el estudio o el trabajo o ser solamente un mero entretenimiento. Cuando partimos de un original a pedido, por lo general el editor, ya tiene una idea clara de cómo va a estructurar el libro y de cuál es la necesidad que el lector precisa cubrir.
El proyecto que decidí desarrollar está basado en la experiencia de muchos docentes de escuelas para chicos con necesidades educativas especiales derivadas de la discapacidad, que se encuentran con el problema de tener que adecuar los contenidos de los libros de textos normales, por llamarlos de una manera, para poder enseñar a sus alumnos. En una entrada anterior, muy anterior, empecé a plantear este proyecto (para verla click
acá) y uno de los lineamientos que aparecen en la lista que armé, sobre diferentes cuestiones a tener en cuenta es simplemente: ¿Qué sé sobre los libros de textos? ¿Cómo se enseña en las escuelas especiales?
Considero que este punto es importante, ya que, como mencioné anteriormente, al comenzar con un proyecto editorial, hay que tener en claro el tipo de libro que vamos a desarrollar. En este caso, es preciso saber qué es un libro de texto y para qué sirve.
Llamamos libro de texto a una herramienta que usan, generalmente, los alumnos en los colegios y que les sirve para poder trabajar diferentes contenidos en el ámbito del aula. Es un recurso didáctico que es útil para el docente, ya que le sirve como método de apoyo para sus estrategias metodológicas en el momento de enseñar. Los hay para primaria y secundaria y abarcan todas las áreas de enseñanza como matemática, lengua, ciencias sociales y naturales, es por eso que están divididos según los contenidos a tratar en clase y los plantean desde un punto de vista dinámico para hacerlos atractivos para los niños y adolescentes. Son libros que cuentan con la información específica y las actividades puntuales que los alumnos tendrán que aprender y trabajar dependiendo el tema a tratar y el área en cuestión, sirven al docente para complementar sus clases y agregarles información. Los libros de texto son, en este sentido, un instrumento para la enseñanza y siempre siguen los lineamientos que plantea el Ministerio de Educación en la currícula para el año escolar, contenidos que el docente debe respetar al momento de idear y armar sus clases.
En el ámbito de las escuelas especiales (llamamos escuela especial al instituto donde se enseña a chicos con retrasos madurativos, síndrome de down o con dificultades motrices), los docentes deben planificar los contenidos a enseñar dependiendo el grado de discapacidad que presentan los alumnos. Estas instituciones están divididas según el tipo de discapacidad, las hay de motores, de mentales, de sordos y de ciegos, dentro de la escuela los cursos están agrupados por edad, afinidad, por nivel o ciclo dependiendo de la capacidad de cada uno.
Para poder desarrollar los temas de aprendizaje dentro del aula, el docente de escuela especial, debe recurrir a materiales ya existentes, a los que denominé más arriba como libros de textos normales, y basarse en ellos para adecuar el contenido o la actividad a las capacidades de sus alumnos, esto puede ser cambiar el vocabulario utilizado por uno que sea un poco más fácil de entender, reformular las actividades para que se adecuen a la necesidad del alumno y para que sirvan para el aprendizaje, ya que de otra manera, es muy posible que el alumno no llegue a comprender absolutamente nada y esto devenga en un retraso y, por lo tanto, es perjudicial para el avance didáctico y para el progreso tanto del estado físico y mental del alumno, como del nivel de información que pueda llegar a aprender. Estas adecuaciones de contenido (tal es el término utilizado en el ámbito para referirse a la práctica de acercar el tema a una forma comprensible para el alumno), son desarrolladas por el docente casi a diario, si bien cada comienzo de trimestre deben planificar las actividades y temas a desarrollar, la complejidad de su labor hace que todos los días modifiquen o revean lo que van a enseñar y cómo lo van a implementar.
Al plantear la idea de este proyecto, se pensó como un libro de texto para docentes y alumnos de escuelas especiales, pero al reunir información y aprender un poco más sobre lo que esta tarea requiere, determiné que quizás el docente de este tipo de escuelas, pueda encontrar mayor utilidad en cuadernillos con actividades adaptadas que pueden ser anexados a los libros de texto normales o ser lanzados de forma independiente. Habría que contemplar, entonces, que los cuadernillos tendrán que responder a las diferentes patologías y tendrán que estar armados según esas necesidades, sin olvidar que, como todo libro de texto, debe seguir los lineamientos de la currícula.
Con esta idea en mente, ya podemos empezar a organizar la lista de elementos y los autores que vamos a necesitar para armar estos cuadernillos, que deberán ser profesionales, docentes y expertos capacitados para tratar con chicos especiales.
¡Seguimos avanzando!