El pasado domingo no tuve mejor idea que ir al Yenny que está en
el Alto Palermo. Suelo ir cada tanto acompañada de un amigo que es tan
aficionado a la lectura como yo, y más también. Mientras me llenaba las manos
de libros, como solemos hacer cada vez que nos reunimos en un lugar como ese,
me tomé un tiempo para observar las actitudes de las personas que estaban en el
lugar.
Como me imagino que ya saben, Yenny es una
librería perteneciente a lo que se denomina "cadena" que quiere decir
que esta misma librería la podemos encontrar en varias ciudades, es por este
motivo que se genera la idea de que es uno de los lugares en los que
seguramente vas a poder conseguir el libro que tanto estás buscando. Destaco,
además, que al ser domingo la librería estaba llena de gente y que el local del
Alto Palermo no es uno de los más grandes. Sin embargo pude hacer mi
observación sin problemas.
El local en cuestión no tiene secciones
muy definidas, hay estanterías, un par de mesas donde se exhiben libros y, en
el sector de infantiles y juveniles, algunos de los libros están puestos en el
piso. Las novedades no están todas exhibidas, por lo tanto tenes que rebuscar
entre los libros para poder encontrar alguno o, directamente, consultar con
alguno de los vendedores que no abundan y dejan que los lectores se atiendan
solos, pero se surge alguna duda, están dispuestos a ayudar. Entre este tumulto
de libros pude ver a un señor parado frente a un biblioteca curioseando, muy
serio, títulos de libros de historia, aparentemente buscando un libro
específico pero sin mucho éxito; un par de chicas mirando sobre una mesa un
libro obsequio rojo que al parecer es romántico, se sonreían y hojeaban el
libro, quizás pensando en obsequiarlo a sus parejas o tal vez se entretenían
momentáneamente con el diseño y los poemas del libro; pude ver, también, a una
mamá leyéndole un cuento a su hijita que la interrumpía a cada rato para poder
ver los dibujos del libro y jugar con él, ambas estaban sentadas en unas
sillitas y alrededor de una mesita cargada de libros infantiles; en ese mismo
sector, cerca de esta escena, dos nenes jugaban con el lector de código de
barras e intentaban adivinar los precios de los libros de las estanterías más
cercanas; un grupo de jóvenes cercanos a mi, miraban y comentaban, con las
manos llenas de libros de novelas juveniles, sobre tal o cual título, si la Editorial
se los había enviado, si lo habían leído y qué les había parecido. Todos
estaban encerrados en su burbuja, con la atención puesta en el libro que tenían
entre manos y ajenos a lo que los rodeaba.
Creo que los lectores son de naturaleza
curiosos, inspeccionan cada detalle del libro y, si están acompañados, suelen
comentarlo, una vez convencidos se acercan al sector de cajas, otro tipo de
lector es el decidido, entra a la librería, pregunta por el libro o lo busca él
mismo y se lo lleva. Los hay de todo tipo, pero todos son llevados a ese lugar
por el mismo sentimiento que es la lectura.
Retomando el concepto de Mediadores de la Lectura de Michelle Pétit,
podemos tomar como ejemplo a la madre que le leía a su hija, a los vendedores
del local y a los chicos que entre ellos se comentaban los libros y se
aconsejaban sobre cuál de ellos les convenía llevar.
Terminé mi recorrida llevando dos libros y con la idea en la
cabeza sobre la importancia que tiene una librería bien organizada, localizada
y atendida, además del factor de que al ser una librería de cadena, le da una
especie de status y provoca que la gente se sienta cómoda simplemente yendo a
mirar los libros. Puede convertirse en un lugar de culto, en un éxito en ventas
o en un simple punto de encuentro.
Datos del local:
Dirección: Av. Santa Fé 3253Telefonos: 5777-8194/ 8186
Horarios de atención: Lunes a Domingos de 10 a 22hs.
¡Me encantó este post! Aunque ayer fui a Yenny (después de pasar pos Cúspide del Village Caballito a pocos metros de Yenny) y no encontré el libro que buscaba XD Debí haber ahorrado a principio de año cuando hicieron la primera y única tirada. Me encanta ir a la librería. Una vez fui con mi mamá y ella se reía de cómo me cambió el mal humor que tenía cuando empecé a pasear por los estantes. Aunque en realidad ya voy decidida con el libro que quiero comprar. Pero siempre me quedo chusmeando alguna que otra novedad que se me escapa. Ya que estamos, quedó precioso el diseño del blog. Este Fede se las trae eh!
ResponderEliminarUn beso Vane!
*Ara, (RONRNews)
¡Gracias Ara! Sí, Fede se lució!! jajaja!
EliminarA mi también me cambia el humor entrar en una librería, es como si te sumergieras en otro mundo, tu mundo. Así somos los lectores.
¡Beso!
¡Gracias Ara por el comentario del diseño!, me hiper divertí haciendolo, cualquier cosa me avisan RONR ;)
EliminarEs cierto bastante de las cosas... yo creo que antes de ir hasta la caja paso por 19238120312 libros en mis manos, después empezas a hacer una selección, hasta que quedan solo los que te alcanzan la plata para llevarte...Ni hablar de ir fijandote que estén en buen estado, XD, que no estén con las puntas dobladas o no (En la feria del libro me acuerdo que en el stand de una editorial estaba por pagar y fui a cambiar el libro, me tuve que morfar toda la fila de vuelta, pero mi libro tenía que estar perfectito XD)
ResponderEliminarYo también soy de esas que miran todos los detalles antes comprar. Me aseguro de que el libro esté perfecto y más si es en la Feria que sufren mucho trajín.
Eliminar¡Gracias por el comentario!
Yo solo me puede llevar uno! agarro varios pero despues los dejo, pero despues agarro otros y así sucesivamente. En el Yenny de Abasto muchos libros se encuentran detras de otros en la parte de juveniles y mucha gente piensa que el libro que busca no esta
ResponderEliminarun saludo :D
¡Es cierto! Están como escondidos y para poder encontrarlos tenes que revisar toda la estantería.
Eliminar¡Gracias por el comentario!
Saludos.